5 cosas que he aprendido del yoga

Yoga Costa Rica

Hace al menos unos 8 años me enamoré de esta disciplina, a través de la cuál he aprendido mucho de mí misma. Este momento del día es sagrado para mí, es un paréntesis en el que sólo importa mi respiración y ni mis preocupaciones ni miedos están invitados. Y aunque siempre sigo aprendiendo del yoga, no sólo sus poses y beneficios, sino hasta adónde puedo llevar mis límites, aquí les comparto las 5 lecciones más importantes que me ha enseñado:

1. No olvidemos RESPIRAR.

Hagamos el ejercicio diario de detenernos en un momento cualquiera y tomemos conciencia, ¿estamos respirando? Muchas veces el aire solo entra por inercia, pero no estamos haciendo el esfuerzo consciente. Y es que la respiración es la solución en muchos momentos de estrés, ansiedad, miedo… En estos momentos de tensión, es fácil darse cuenta de que NO estamos respirando, y esto intensifica el problema.

2. Ser más consciente de mi cuerpo.

El cuerpo es sabio, sólo hay que aprender a escucharlo. Conociendo nuestro cuerpo aprendemos cómo responde a la actividad o falta de actividad física, cómo se siente cuando está descansado o las consecuencias de no dormir bien, qué comidas nos benefician y nos llenan de energía y qué otras no nos caen bien, qué pasa cuando estamos hidratados o cuando no lo estamos, entre muchas otras cosas.

Al ser más conscientes, se nos facilita ser proactivos en el cuidado de nuestro cuerpo. Por lo menos yo defiendo mis horas de sueño a capa y espada, y sé muy bien qué alimentos no son bien recibidos. El Detox Krama también me ayudó a darme cuenta de esto, ya que eliminé muchos alimentos de mi dieta por una semana y luego los fui incorporando poco a poco.

Krama Yoga Costa Rica

3. Con disciplina y perseverancia, podemos alcanzar lo que sea.

Entiendo el sentimiento de entrar al Shala en Krama para la primera clase de yoga y ver a expertas yoginis hacer sus mejores poses y pensar: “¿cuándo seré capaz de llegar a eso?”. Y la respuesta hasta el momento ha sido: “más rápido de lo que pensás”. Los límites están en la cabeza, estamos llenos de miedos e inseguridades que en realidad son falsas hasta que probamos que somos capaces de sobrepasarlas.

Es IMPRESIONANTE la capacidad que tiene el cuerpo cuando la mente se lo permite.

4. Hay un momento para todo.

Al igual que en la vida (y esta lección, por más que la vida me sigue enseñando, me sigue costando aprenderla), en el Shala hay un momento para todo; hay un momento para estirar, para calentar, hay un momento para perdurar en la postura, otro para torcerse y liberarse de toxinas, pero también hay otro para descansar y recuperarse. Y todos estos momentos son igual de sagrados, pues tienen una razón de ser.

Por eso, al igual que no me brinco ninguna de estas posturas, tampoco me brinco el shavasana. La postura final es igual o más importante que cualquier otra. Es un momento para interiorizar todos los beneficios de la práctica y descansar del esfuerzo que hicimos en 1 hora y media de clase.

Krama Yoga Costa Rica

 

5. ¿Quién es un@ para juzgar?

Y repito, hay lecciones que sigo aprendiendo. Porque no es fácil no juzgar, tanto lo que pasa en nuestras vidas, como en las de los demás. Pero qué peligroso es pretender saber lo que está viviendo esa otra persona, o saber lo que pasa por su cabeza, el trayecto que ha tenido para llegar hasta aquí, saber de sus miedos e inseguridades…

Cada persona está en un momento especial de su camino, o de su práctica. Y confiamos en que cada quién hace lo mejor con lo que la vida le ha presentado. No nos corresponde juzgar si lo hace bien o mal. Pero podemos empezar por no juzgarnos a nosotros mismos, en ser gentiles y compasivos con nuestras propias decisiones, que al fin y al cabo nos han traído hasta aquí.

 

¿Han practicado yoga antes? ¿Qué es lo que más les gusta de esta disciplina?

 

Fotos por Ale Soler <3

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